La internacionalización exige que la empresa reflexione sobre algunos puntos estratégicos, tales como:
- Selección del mercado objetivo: la elección del país para iniciar o continuar el proceso de internacionalización implica la evaluación de potenciales beneficios y riesgos asociados. Es importante disponer de datos actualizados para la toma de decisiones.
- Estructura organizacional internacional: la implementación de estructuras en el exterior y la gestión de la relación entre la matriz y sus filiales requieren el desarrollo de niveles adecuados de autonomía para reaccionar, adaptarse e innovar en nuevos ambientes.
- Gobernanza corporativa: actuar en entornos de negocios más competitivos demanda prácticas de gestión transparentes para asegurarse una buena relación con los inversores, proveedores y demás stakeholders.
- Gestión internacional de recursos humanos: el desafío implica designaciones internacionales de ejecutivos y desarrollo de gestores internacionales, así como la gestión de equipos multiculturales y en diferentes husos horarios.
- Gestión de riesgos: necesidad de identificación, evaluación, monitoreo y respuesta a los riesgos inherentes a las operaciones internacionales y específicas para el negocio de la empresa.
- Innovación constante: la innovación es un requisito para competir en el mercado global y conlleva la adopción continua de nuevas prácticas, productos y servicios.